El cierre de Signature Bank pretendía enviar un mensaje al criptoespacio

Al afirmar que el cierre de Signature Bank no tiene “nada que ver con las criptomonedas“, los reguladores financieros de Nueva York tratan en vano de defender su erróneo juicio.

En su lugar, “una grave crisis de confianza en el liderazgo del banco” fue la justificación dada por los reguladores para el cierre de Signature Bank.

La declaración a Barney Frank, ex representante de los Estados Unidos y miembro del consejo de administración de Signature Bank, sobre el cierre del banco procede de una portavoz del Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York.

“Creo que parte de lo que ocurrió fue que los reguladores querían transmitir un mensaje anti cripto muy fuerte”, dijo Frank en una entrevista. Nadie puede negar ahora el disgusto de los reguladores con la criptodivisa.

El NYDFS, sin embargo, sigue haciendo afirmaciones endebles sobre la precaria posición del banco y su incapacidad para hacer negocios el lunes de forma segura.

“Las decisiones tomadas durante el fin de semana no tienen nada que ver con criptomonedas“, insistió el funcionario. Como banco comercial clásico, Signature tenía una amplia gama de clientes y actividades.

DFS, continuaron, “ha estado apoyando operaciones de criptomonedas bien reguladas durante varios años, y es un modelo nacional para regular el espacio”.

Sorprendentemente, no se ha presentado ninguna prueba concreta sobre su débil posición en el banco. Incluso los ejecutivos del banco estaban trabajando para entregar datos a los reguladores, según Frank.

“Lo que oímos decir a nuestros ejecutivos es que la situación de los depósitos se había estabilizado y que obtendrían el capital de la ventanilla de descuento, y sigo convencido de que si hubiéramos abierto el lunes, dados los anuncios de esas dos políticas, habríamos estado en una situación razonablemente buena y ciertamente funcional”, dijo Frank.

La mayoría de los procedimientos que utilizan criptografía emplean la firma. Había previsto reducir los 8.000 millones de dólares en depósitos relacionados con la criptografía, que representaban más del 25% de sus depósitos totales.